Hay una discusión que no tiene final. Es esa en la que los lectores (especialmente aquellos vinculados al poder) se desgañitan criticando que los diarios sólo saben dar malas noticias. "Las malas noticias no venden", esa vieja y remanida frase es lo único que une a periodistas y críticos de la labor de la prensa. Ayer todo fue un día diferente y las buenas noticias se colaron en la portada sin discusiones. Sin abrir polémicas políticas o ideológicas que la Provincia reciba más de 300 millones de pesos es valioso para nuestra sociedad y la difusión del "café solidario" es una costumbre que despierta sonrisas en un mar de desigualdades.
El broche de oro son Ezequiel Radusky y Agustín Toscano, dos jóvenes tucumanos que nos hacen sentir orgullosos y que día a día se convierten en estrellas de nuestro firmamento subtropical. Ayer, ya brillaron en Cannes.